Cualquier establecimiento hostelero, con independencia de sus dimensiones, necesita lavar un elevado volumen de vajilla a la mayor brevedad. Con el propósito de facilitar esta tarea, se diseñó la máquina de lavavajillas industrial, un aparato con una gran capacidad de trabajo. Pero, a día de hoy, se venden muchos modelos y en diversos formatos, como veremos a continuación, por lo que a veces es difícil escoger el mejor. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre el lavavajillas industrial.

Sobre el funcionamiento de este lavavajillas

A la hora de lavar platos o vasos, este tipo de lavavajillas resulta mucho más eficiente que un lavavajillas manual. Hace más trabajo en menos tiempo. Esto conlleva un aumento directo de la productividad, especialmente si se considera que los empleados tienen una mayor disponibilidad para centrarse en otras tareas. El aparato se encarga de todo y solo hay que preocuparse de llevar a cabo una ligera supervisión, muy de vez en cuando. Concretamente, el proceso de lavado sigue los siguientes pasos:

  • Precalentamiento. Viene a durar unos 15-20 minutos, un período durante el cual no se puede utilizar. Se trata de una fase preparatoria que básicamente consiste en llenar la cuba y calentar el agua. Aunque la temperatura depende de cada modelo, de media se suele situar en unos 55-65 grados.

     
  • Lavado. Habiendo transcurrido el tiempo de espera preliminar, ya se puede pasar a la fase de lavado propiamente dicha. A nivel interno, el trabajo se efectúa por la acción de dos aspas, colocadas en una orientación vertical que proyectan el agua a presión hacia la pila de platos o vasos. Si se dispone de una bomba dosificadora, el detergente se incorporará de manera automática. En caso contrario, habrá que añadirlo manualmente, en torno a dos gramos por litro, cada seis o siete ciclos de lavado. Es muy importante recordar que cada ciclo de lavado suele durar tan solo cinco minutos, un plazo que puede acortarse.

     
  • Post lavado. Comprende la acción de secar o abrillantar la vajilla. En esta fase, el tiempo de espera suele ser de 30 segundos a un minuto. En líneas generales, consiste en añadir el abrillantador mezclado con agua. La temperatura también puede variar en función del modelo, pero una cifra orientativa estándar suele oscilar entre los 85 y los 90 grados. De esta forma, se consigue higienizar la vajilla al eliminar gran parte de los patógenos que pueda albergar. El resultado final es un aspecto limpio y reluciente, listo para darle un nuevo uso.

Lavavajillas industriales más demandados

Se trata de la cuestión que más suele preocupar a los empresarios de hostelería. En gran medida, el éxito de estos aparatos depende de escoger el adecuado. No es lo mismo un bar pequeño que un restaurante con un elevado aforo. Cada modelo tiene sus propias dimensiones y capacidad de carga. Los más frecuentes son los que describimos a continuación.

 

Lavavajillas de cesta

Están específicamente diseñados para ser utilizados en bares o restaurantes pequeños y medianos. Para hacernos una idea, vienen a ser establecimientos con medidas de hasta 100-120 metros cuadrados. La idea es que el lavavajillas ocupe el menor espacio posible y se pueda colocar debajo del fregadero o a una distancia próxima. Las medidas habituales suelen situarse en 60 x 60 x 80 centímetros.

 

Lavavajillas de capota o cúpula

Son similares al modelo anterior, solo que algo más grandes de tamaño y estructura. Resultan, por tanto, muy recomendables para establecimientos medianos o un poco por encima de la media, con desiguales cargas de lavado. Es decir, un volumen de trabajo de gran intensidad unos días, unidos a períodos de práctica inactividad en otros. Al ser de un tamaño superior, es muy difícil que puedan caber debajo del fregadero. Hay que buscar elementos accesorios, como una pequeña mesa colocada a la salida del lavavajillas para la recogida de los elementos ya lavados.

 

Lavavajillas para utensilios

Si el establecimiento dispone de más espacio libre y la carga de trabajo es siempre alta, este modelo puede ser lo que necesitas. Su estructura es muy compacta y está pensado para limpiar utensilios de un tamaño superior al de un plato o un vaso. Esta categoría incluye elementos habituales de una cocina a gran escala, como cualquier modelo de olla, bandeja, molde, espátula, cazo o fuente. Para facilitar la tarea de lavado, normalmente vienen equipados con una cuba de lavado frontal. Las cestas que utilizan estos aparatos suelen tener unas dimensiones en consonancia, de unos 121 x 50 centímetros.

 

Lavavajillas de arrastre

Se trata de un aparato para satisfacer a los establecimientos que tienen una demanda muy exigente, como pueden ser los colegios o los hoteles. Es decir, sectores en los que la producción se mide en miles de platos por hora. Estos dispositivos soportan pesadas y largas cadenas de trabajo, gracias a su túnel de lavado, que se distribuye en varios niveles. Entre ellos, se suele encontrar un nivel contra las salpicaduras, otro dedicado al prelavado y otro que cumple las funciones de aclarado. Por lo demás, el proceso de lavado se tramita de forma automática, con la propia máquina controlando el volumen de agua del tanque, la apertura de las puertas y la potencia energética que cada fase necesite.

 

Lavavajillas de túnel o cinta

Se trata de uno de los modelos más avanzados. Está a la altura de las cocinas más productivas, con una capacidad de trabajo que roza las cuatro mil piezas por hora. Al igual que el modelo anterior, se compone de diferentes estaciones y niveles, para segmentar el lavado y mejorar la calidad del servicio.

 

¿Cómo conseguir uno de estos lavavajillas?

Aunque se trata de electrodomésticos que se pueden encontrar en muchos establecimientos, siempre es mejor acudir a tiendas especializadas. Un buen ejemplo lo podrás encontrar con Climahostel, una empresa fundada por profesionales de los sectores de la hostelería, el frío industrial y la climatización. A lo largo de nuestra larga década en activo, hemos procurado en todo momento optimizar al máximo la integración de nuestros artículos, ofreciendo siempre un servicio personalizado.

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