Las tarjetas de crédito están perfectamente asentadas en nuestra sociedad y nos permiten aplazar las compras mediante un acuerdo establecido con la compañía bancaria o financiera. Es decir, estos elementos permiten que podamos pagar las compras que realicemos más tarde, de ahí que hablemos en estas líneas del uso de estas tarjetas de crédito.

Las claves de las tarjetas de crédito

El uso de las tarjetas de crédito tiene muchas ventajas para las personas, partiendo de la base que no hay que llevar dinero en efectivo en la cartera. Estas tarjetas, a diferencia de las de débito, permiten realizar compras hasta un determinado límite y pagarlas cuando tengamos los ingresos suficientes, algo que suele coincidir con el abono de las nóminas mensuales.

De este modo, tener una tarjeta de crédito implica una mayor comodidad, simplicidad y facilidad para el control de nuestros gastos. No obstante, hay que tener en cuenta que estas tarjetas suelen llevar incluidos unos costes de gestión, siendo un aspecto que debe ser consensuado con la entidad bancaria.

Además, hay que destacar que la prórroga de estos pagos puede llevar a intereses más altos, de ahí que debamos tener muy claro cuándo podemos afrontar los pagos en función de nuestros ingresos. Por ello, recomendamos no usar estas tarjetas como una fórmula de crédito instantáneo sino como un medio de pago a 30 días como máximo.

De todas maneras, esto depende de la situación de cada persona, ya que incluso hay entidades bancarias que ofrecen estas tarjetas sin intereses por uso aunque no suele superar los tres meses. En cambio, a los propios bancos les interesa brindar este servicio porque es otra forma de atraer a los clientes y permitir que puedan comprar, derivando en que tienen su dinero en su entidad bancaria. Como todo, tenemos que buscar el punto intermedio.

Cómo aplazar los pagos con una tarjeta de crédito

Hay varios modelos de aplazamiento de los pagos con estas tarjetas, pero el más conocido es el que hemos comentado de abonar el importe en una fecha acordada con el banco, que coincide con el momento en que tenemos los ingresos mensuales.

Para ejecutar dicho aplazamiento tendríamos que acudir a la oficina y determinar bien las condiciones y a partir de ahí ya poder comprar. Esto sirve para las compras que realicemos en supermercados, para sacar dinero o para pagar en restaurantes siempre y cuando entre en los límites establecidos con la entidad bancaria. Entonces se genera una pequeña deuda que se cubre a final de mes o a principio del siguiente y se retiene de los ingresos que tengamos.

En definitiva, esta opción de aplazar las compras permite que tengamos una mayor flexibilidad a la hora de pagar y podamos abonar el cargo más tarde. Visita nuestra web, pagos con tarjeta de crédito están también permitidos

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