Prevenir la suciedad equivale a más limpieza
Además de los clientes, la otra fuente de imprevistos atañe a la naturaleza del producto. Las comidas y bebidas son susceptibles de derramarse y causar un desastre de manchas. La durabilidad del equipamiento, el color y los materiales son de capital importancia para no acabar con suciedad imposible de limpiar.
La mejor opción para zonas de tránsito rápido y movimiento de productos son los colores negros, el acero inoxidable u otro material impermeable. Los acabados más delicados, de colores claros y tejidos finos, quedan fantásticos en mesas exclusivas para servir y con separaciones cómodas entre unas y otras.
Por más prevenidos que estemos frente a los accidentes, con este género, existe un factor que condiciona al completo nuestra actividad y no está sometido, en absoluto, a control alguno.
El clima puede ser un aliado o un enemigo
Las terrazas acondicionadas de los bares y restaurantes de nuestras ciudades están llenas en invierno. Las mesas en exterior tienen mucha demanda en primavera y verano, pero también en otoño. Observar cómo estos establecimientos tan populares y llenos se adaptan a los cambios en el entorno es ideal para replicar su estrategia y adquirir utensilios similares.
Unos cuantos parasoles elegidos con mimo pueden dar un toque distintivo a una terraza, a la vez que invitan a las personas a protegerse del sol en una mesa. Si los clientes se sienten cómodos y no pasan calor, permanecerán más tiempo en nuestra terraza y consumirán más. Además, protegemos las bebidas y comidas del sol y repercute positivamente en la experiencia del consumidor.
Si se trata del invierno, en los últimos años se incrementa la demanda de estufas de exterior, en especial, con diseños vanguardistas y elegantes. En hostelería, el mobiliario de acero inoxidable es fantástico para complementar los sistemas de calefacción a la intemperie. Este material reporta los mejores índices de resistencia a los cambios bruscos de temperatura.
Aun tomando en cuenta el medioambiente, hay lugares que, ya llueve, truene o relampaguee, mantienen una clientela asidua y fiel. ¿Cuál es su secreto?